¡Bienvenida a casa, Momo!

Esta mañana no tenía que ir a trabajar, por lo tanto aproveché la situación para no levantarme temprano. Pero de repente, una chiquitina pensó, que mejor hacer madrugar a su mami, aunque tuviera fiesta. Y así fué. El cartero llamó al timbre de la puerta a las 9:30. Intuía que Momo llegaría esa mañana, pero ni se me pasó por al cabeza, que podría ser tan pronto. Normalmente el cartero pasa por mi casa hacia las 12 hrs. Pero nada, que mi niña ha salido madrugadora y no hay que darle mas vueltas. Se la ve que va a tener carácter.

Toda emocionada, salto de la cama para abrir al cartero, me recojo el pelo en una coleta en menos de tres segundos, para no aparecer delante de él con pelos de loca (creo que no logré conseguirlo), pero estaba tan emocionada sabiendo lo que me traía, que no me importaba mi propio aspecto mañanero.

El cartero llama a la puerta, le abro, me mira y baja la vista, seguro que pensando...."menudas pintas tiene esta tía", yo pienso, mejor, que no mire y que siga a lo suyo, que me de el paquete cuanto antes. Y me dice: tienes un paquete de Corea, le respondo, muchas gracias...por dentro pienso ¡¡dámelo ya!!. Le firmo, le doy el DNI, me entrega el paquete, le digo adiós mientras por poco le cierro la puerta en los morros...¡¡¡pobre!!! era la emoción.

Me voy corriendo a coger un cutex para descuartizar la caja a toda prisa. Pero cuando lo tengo en mis manos y estoy a punto de destrozarla pienso...no, espera, hay que hacer las fotos de llegada de rigor, que esto es un momento único, el "momento caja" y hay que tener un recuerdo de como me venía el paquete sin descuartizarlo. 

Ufff!!!  que nervios, me moría de ganas por ver a la peque. Recojo a todas mis blythes, a las petites, a todas menos a mi pullip Elisabeth, que a la pobre la tengo marginada, ayyyyns!!! y me pongo a colocarlas para hacerles la foto de recibimiento. Estoy haciéndoles fotos unos minutos hasta que no resisto más y vuelvo a coger el cutex entre mis manos. Alla voy...

Rassss!!!!!! Rasssssssss!!!!!!! cuatro tajos y la caja queda destrozada en cuestión de segundos....la caja de dentro sigue a salvo, no os creáis, que lo de dentro si que lo abro con mimo. Le quito el plastiquito de bombetas, sin desaprovechar la oportunidad, de explotar unas cuantas (que vicio!! no puedo evitarlo). Exploto unas cuantas solo porque la necesidad de ver a la nena, apremia.

Por fin está libre la caja, sin plásticos, tán solo tengo que levantar la tapa y la veré ahí dentro, me decido a hacerlo y ahí está, su pequeño cuerpecito perfectamente acoplado en su cajita de fairyland, pero no se le ve la cara, porque sigue teniendo plásticos de bombetas en la cabeza!!!!!!!!! con la ayuda del cutex le quito con muchísimo cuidado el plastico de la carita. Y de repente...

Se me erizan los pelillos del brazo cuando veo la carita de mi nena, suelto un suspiro tal cual como si estuviera viendo un bebé o un cachorrillo recién nacido. Le miro los ojos ¡¡¡son realmente preciosos!!! me daba miedo esto, porque en fairyland, te mandan el color de ojos al azar, tenía miedo de que me enviaran uno que no me gustara. Pero no fué así, menos mal. Aunque yo les escribí para decirles que me gustaría que fueran verdes y no han sido del color elegido, no me importa, porque el color que me han puesto es una pasada. Lo definiría como un azulado pero tirando a verdoso, como si ambos colores estuvieran mezclados. Es un bellezón de niña.

Le he hecho fotos a ella sola, sin sus otras hermanitas (que ya habrá tiempo de eso y hoy tiene que ser su día). Primero en pelotilla picada y calvita, tal cual me la han traido, como si fuera un bebé recién nacido. Despues, ya la he vestido, me daba tanta penita verla desnudita jejeje que mona.

Y cuando la he vestido, le he hecho esta foto...¿a que es una monada? le he puesto la peluca pelirroja, porque estaba más graciosa, ya tendré ocasión de probarle la morenita más adelante.

Por fin tengo a mi PukiFée Ante en casa, a mi Momo, después de 64 días esperándola, ella ha aportado mucha luz a unos días que estaban siendo sombríos. Es increíble la felicidad e ilusión que te aportan estas pequeñinas cuando llegan a casa, cada vez que llega una, es como si me transformara en una niña de 5 años abriendo sus regalos de reyes.

Que bonito mundo he descubierto este año. Lo que estoy disfrutando.

Bueno, próximamente, seguiré contando más aventurillas sobre las plasticosas (y ahora también resinosas) que habitan Meigaland.

¡Un beso a tod@s!